La Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor llega al Perú el 31 de agosto de 1871 para responder a la necesidad de acompañar a mujeres y niñas en situación de vulnerabilidad; Después de un tiempo de preparación se instala en la primera casa del Buen Pastor en diciembre de 1871. Inicia el funcionamiento del primer pensionado para niñas en 1873, apoyado por voluntarios y por el Presidente de la República Manuel Pardo. El 2 de febrero de 1879 se crea la comunidad de las hermanas contemplativas, siendo esta una comunidad que sostiene espiritualmente la misión de la Congregación en Perú.
Nuestra Misión
Testimoniamos la ternura, misericordia y reconciliación respondiendo a los desafíos.
Nuestra Visión
Somos testimonio profético de relaciones humanizadoras que transforman realidades.
Valores Institucionales
Misericordia, Reconciliación, Justicia, Acogida, Gratitud, Solidaridad, Inclusión.
Galería
Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor llega al Perú, para responder a la necesidad de acompañar a mujeres y niñas en situación de vulnerabilidad.
150 años recreando esperanza y misericordia en el Perú.
Ante la problemática que vivían niñas y mujeres a causa del abandono, la pobreza, la falta de educación, en 1869 se inician las coordinaciones entre el gobierno del Perú y la Provincia de Canadá para la fundación de nuestra Congregación en Perú. El 31 de agosto, llegaron al puerto del Callao siete religiosas provenientes de Canadá, que fueron recibidas por Monseñor Roca y Boloña, quien las saludó con estas palabras: “Bienvenidas sean hermanas mías, es Santa Rosa quién las trae. Ella las protegerá y ayudará… ¡Oh, cuanto bien van a hacer entre nosotros!
TESTIMONIOS
El cambio que queremos alcanzar
Buscamos que las personas afectadas en su dignidad por la trata de personas, la violencia de género y la pobreza logren su empoderamiento, su transformación e impacten de manera positiva en su entorno como agentes de cambio.
“Antes no sabía que era autoestima, ya siento que puedo levantarme, ya puedo hablarles a mis vecinas sobre la autoestima y derechos, mi autoestima ha mejorado… Siento que tengo algo más dentro de mí que me impulsa, antes me agachaba, en las asambleas de la comunidad no participaba, ahora levanto mi mano, pido la palabra…”
“El biohuerto piloto nos ayuda a mejorar nuestro hogar con las verduras. Hemos aprendido a sembrar, preparar las camas, mezclar con compus naturales y así tener nuestros alimentos para dar una buena alimentación a nuestros niños, hijos y a la comunidad con productos sanos de aquí”.
“Llegue gracias a la atención psicológica brindada por las hermanas de la Congregación. Aprendí a desarrollar mis capacidades, al iniciar me inscribí en los talleres de crochet, manualidades y repostería. Conforme fui aprendiendo, opté por repostería y decidí especializarme en la elaboración de empanadas. Ahora yo puedo elaborar las empanadas sin la ayuda de un especialista. He aprendido a organizar mejor tiempo, dar tiempo para mis hijas y a comprenderlas mejor gracias a los talleres de psicología”.