El 30 de agosto es una fecha de especial gratitud y orgullo para el Instituto Gelicich, pues celebramos a Santa Rosa de Lima, patrona de América, Filipinas y las Islas del Pacífico. Una mujer valiente, sencilla y humilde, que supo transformar su vida en un canto de amor a Dios a través de la oración constante, la austeridad y el servicio generoso hacia los más vulnerables.
La vida de Santa Rosa nos recuerda que la verdadera felicidad no se encuentra en la riqueza ni en el poder, sino en el compromiso con el prójimo, la fe sincera y la entrega desinteresada. Su ejemplo trasciende los siglos y sigue iluminando el camino de quienes buscan vivir con autenticidad el mensaje del Evangelio.
Como comunidad educativa y parte de la Congregación del Buen Pastor, sentimos el llamado a seguir sus pasos: vivir con fe profunda, educar con ternura y abrir nuestros corazones a la misericordia. Santa Rosa nos inspira a no cansarnos de hacer el bien, incluso en medio de las dificultades, recordándonos que cada gesto de amor puede transformar realidades y sembrar esperanza en el corazón de quienes más lo necesitan.
Pedimos su intercesión por cada docente, estudiante y familia de nuestro Instituto, para que juntos sigamos siendo constructores de paz, sembradores de esperanza y testigos del amor de Dios en el mundo.